Buenas tardes a todos,
Permítanme presentarme, soy Belinda. A los 18 años, di un gran paso en mi vida: me casé. Desde entonces, he sido madre de cuatro hijos. Mi vida ha sido una constante danza entre trabajar, estudiar y cuidar de mi hogar. Fue en el mundo laboral donde descubrí mi habilidad para las ventas. Decidí que no quería seguir trabajando para los sueños de otros, sino para los míos.
Así nació mi primera empresa, sin capital pero con una inmensa dosis de entusiasmo. En aquel entonces, era inconscientemente incompetente. Mi primera empresa fue un rotundo éxito. Me permitió no solo satisfacer mis necesidades básicas, sino también crecer financieramente. Eduqué a mis hijos, construí tres casas y cubrí todas nuestras necesidades. Pero pronto me di cuenta de que los negocios no eran solo para ganar dinero. Descubrí que había un llamado más espiritual y profundo en ellos.
Entendí que mis negocios no solo debían satisfacer las necesidades de mi familia, sino también las de mis clientes, empleados, comunidad y país. Este cambio de perspectiva le dió un propósito más elevado a mi vida y a mis empresas. Con esta nueva visión, fundé dos empresas más y comencé a trabajar en un programa para enseñar a otros emprendedores a crear negocios basados en principios cristianos. Quería compartir mi experiencia de cuarenta años en el mundo empresarial y mi pasión por enseñar y ayudar. Quería decirles a aquellos que están empezando que sí se puede, que pueden evitar los errores que yo cometí y encontrar el propósito de sus vidas alineado con sus negocios.
Por eso, me capacité como coach empresarial de EGM™. Estoy aquí con el propósito de ayudar a los emprendedores a través de un proceso comprobado que diagnostica sus negocios y maximiza sus posibilidades de éxito. No solo para ellos, sino también para las generaciones futuras que puedan ser impactadas por sus emprendimientos.
En resumen, mi historia es una prueba de que, con pasión, determinación y un propósito claro, podemos alcanzar nuestras metas y contribuir al bienestar de quienes nos rodean. Gracias.