Uno de los errores que hace que muchos coaches mantengan sus prácticas muy limitadas, que no logren crecer en clientes ni cobrar más dinero, es que no se diferencian de la mayoría de sus colegas que están allá afuera. Y es que si queremos construir una práctica de coaching exitosa tenemos que aprender a diferenciarnos.
¿Qué vamos a ver?
Todo lo que debes saber para conocer desarrollar tu punto diferenciador como coach de negocios
El efecto hielo
Si, por ejemplo, le preguntáramos a un amigo o familiar que acaba de lanzar un producto o servicio al marcado sobre a quiénes va dirigido, y nos responde en tono de obviedad que “es para todo el mundo”, ya nos damos cuenta de que su producto no se diferenciará de ningún otro, y para lograr vender siempre intentará ser el más barato y allí estará su diferencia. Si no se logra definir el target ni el punto diferenciador de un producto o servicio, nadie apreciará su valor y como consecuencia, ese producto o servicio padecerá los síntomas del efecto hielo.
¿Alguien recuerda, cuando ha comprado hielo, lo que decía la bolsa? Si acaso aparecía una marca, nos dio igual que no la tuviera. Se trataba solo de hielo y mientras menor fuera el precio, mejor. Por eso, el hielo es un commodity.
Así pasa en la mayoría de las profesiones, hay profesionales comodities que, aún después de alcanzar cierto estándar, no ofrecen mayores diferencias unos de otros. En el caso de los empleados, su sueldo dependerá de una tasa establecida y si son independientes, competirán por tarifas con pocas posibilidades de aumentarlas. La verdad es que sin un nicho específico en el que podrían diferenciarse, el mercado termina por imponerles sus leyes y reglas agresivas.
Contrario a esto, nosotros, como coaches, no queremos ser un commodity, no queremos ser el coach más barato ni el que esté disponible.
En cambio, queremos crear un negocio y que las personas nos elijan y contraten por nuestra experticia, por nuestro modelo, por el valor único y diferenciado que agregamos a nuestra práctica y ofrecemos a nuestros clientes.
El poder de la especialización en EGM
Conscientes de ese valor único y diferenciado que debemos lograr como coaches, una de las partes donde nos enfocamos y ayudamos a nuestros coaches en nuestro proceso de certificación de EGM, es en buscar y descubrir esa diferenciación para tener mayor éxito en el mercado.
Por ejemplo, tenemos una coach en fundacional (una de nuestras áreas de formación), que decidió especializarse y enfocarse en empresas familiares; es decir, trabajar con negocios donde los dueños son padres, hijos, hermanos porque es allí donde quiere agregar más valor, donde se propone construir su nicho.
Tenemos, por ejemplo, coaches EGM que solo se enfocan en negocios médicos; inclusive contamos con coaches dedicados solo a odontólogos.
En vez de ser generalistas que aguardan con la esperanza de que aparezca un cliente, logran especializarse en un nicho determinado y toman ventaja, porque pueden refinar sus prácticas y servicios en la medida en que nutren y retroalimentan permanentemente sus conocimientos. Conocen y dominan, cada día un poco más, el perfil de sus clientes potenciales y terminan mucho más cerca de su target, con un nivel muy por encima de lo que pueda ofrecer la competencia.
Especializarse en un ámbito permite agregar un valor único por el cual se puede cobran más y hacer crecer un negocio.
Entonces las 3 preguntas que tienes que hacerte en este momento como coach son:
- ¿En qué me diferencio?
- ¿Por qué es importante que yo esté en el mercado como coach?
- ¿Dónde agrego un valor único?
Sus respuestas te permitirán definir exactamente ¿cuál es tu punto diferenciador? para poder crear esa marca o reputación que consolide tu práctica de coaching.