En la actualidad, los rápidos cambios del mercado, han dirigido a las empresas a un ciclo constante de experimentación de distintos métodos, para poder vender sus productos o servicios, de forma eficaz.
En consecuencia, el ciclo de vida de un producto comienza a disminuir desde el momento en el que ingresa por primera vez en el mercado, incluso, sin que los clientes lo hayan utilizado.
Como resultado, las compañías se han visto en la obligación de adaptarse a estos cambios, optimizando el ciclo de vida de un producto, para perdurar su utilidad y con esto, garantizar su rentabilidad por mucho más tiempo.
En el artículo de hoy, desarrollaremos aspectos importantes del ciclo de vida de un producto, sus fases, y la importancia de optimizar este proceso, para garantizar las ventas y ganancias de la empresa.
¿Qué vamos a ver?
¿Qué es el ciclo de vida de un producto?
El ciclo de vida de un producto, es un proceso mediante el cual, un producto o artículo comercial, atraviesa distintas etapas que van desde su concepción o nacimiento, hasta su salida definitiva del mercado.
En otro orden de ideas, el ciclo de vida de un producto abarca distintas etapas de evolución, que van desde el ingreso de un producto al mercado, hasta su retirada.
Se trata de un proceso evolutivo inevitable, por el que todo producto atraviesa durante sus años de utilidad. El motivo es que el mercado va cambiando, así como las necesidades de los clientes y con ello, el progreso de las industrias.
Ahora bien, lo que es si es posible hacer, es alargar el ciclo de vida de un producto, de forma que se retrase la etapa final, en donde se presenta el declive o desaparición total del mercado, y durante todo este proceso, se puedan seguir obteniendo ganancias.
¿Por qué es importante el ciclo de vida de un producto?
En primer lugar, es necesario que los productos cambien, se adapten y se ajusten a los nuevos tiempos y tendencias que van surgiendo. Por ello es fundamental conocer el ciclo de vida de los productos, para adaptarlos, en caso de que sea posible, a la situación del mercado actual.
Y, en segundo lugar, porque el ciclo de vida de un producto permite obtener las siguientes ventajas:
- Permite la posibilidad de optimizar y planificar mejor las estrategias comerciales del negocio.
- Contribuye a una mejor administración de los esfuerzos de marketing, promoción y publicidad.
- Ayuda a visualizar a corto, mediano y largo plazo, los objetivos más importantes.
- Brinda un mejor control de los procesos.
- Permite analizar de forma más eficiente, los resultados de las campañas y estrategias implementadas.
- Facilita un mejor control del inventario.
- Permite una identificación eficaz, de aquellos productos que se deben fortalecer sus ventas, y de aquellos que ya no se deben fabricar más.
- Entre otros.
En suma, el beneficio más importante que brinda conocer el ciclo de vida de un producto, es que, al dividirse en distintas etapas o fases, permite al departamento de marketing, identificar y aplicar las estrategias adecuadas para cada una, y con esto, lograr prolongar el ciclo de vida de los productos que todavía son óptimos, y eliminar del inventario, aquellos que ya no se les puede prolongar la vida útil.
Fases del ciclo de vida de un producto
Las fases o etapas, del ciclo de vida de un producto son:
1. Introducción
Es básicamente, el punto de partida de cualquier producto. Es decir, su nacimiento y momento en el que comienza su vida comercial. Su principal riesgo, es que, debido a lo nuevo del producto, y al desconocimiento general de los consumidores, puede que las ventas sean bajas.
Por ello, hay que hacer especial énfasis en las estrategias de mercadeo y publicidad en esta etapa.
2. Crecimiento
Es la segunda fase del ciclo de vida de un producto, y en donde se refleja el incremento de ventas, luego de su lanzamiento. De hecho, gracias a los esfuerzos implementados en la primera etapa, los clientes pueden sentirse atraídos al producto ofrecido y comenzar a comprarlo de forma consecuente.
La principal característica de esta etapa, es la rentabilidad positiva, pero también la competitividad. Por consiguiente, es necesario impulsar el producto correctamente, adaptarlo de forma que garantice su crecimiento, e implementar estrategias que lo diferencien del resto.
3. Madurez o desarrollo
Es cuando el producto llega a un punto de estabilidad. En efecto, es la etapa más larga del ciclo de vida de un producto, en donde se experimenta el mayor reto que cualquier empresa debe enfrentar: centrarse en mantener la lealtad de los clientes, seguir aumentando las ventas, e identificar posibles nuevos usos al producto, para intentar alargar su ciclo de vida.
Durante esta etapa, los beneficios del producto comienzan a descender. Por ello es necesario refrescarlo, mejorarlo y optimizarlo, de forma que los clientes no se aburran o terminen por dejar de comprarlo.
El declive
Durante el declive, las ventas siguen descendiendo de forma considerable, y la demanda también disminuye. ¿Cómo saber si un producto se encuentra en esta fase? Aparte de la disminución de su demanda y ventas, cuando se perciben varios productos similares en el mercado con precios más bajos, o cuando los avances tecnológicos vuelven obsoleto al producto ofrecido.
Acá la clave es mantener la fidelidad de los clientes que todavía siguen comprando el producto y en ese sentido, decidir si renovarlo o eliminarlo por completo del inventario.
Desaparición
Es la etapa final del ciclo de vida de un producto y en donde ya se decide comercialmente, eliminar el producto del mercado debido a su bajo rendimiento. Por lo general, se sustituye por otro que sea más rentable.
Esta última fase, representa una oportunidad para que las empresas puedan encontrar nuevos productos y seguir conquistando el mercado.
3 ejemplos del ciclo de vida de un producto
1. iPod de Apple
Nació en el año 2001, y se convirtió en un producto innovador para ese entonces. Con el paso del tiempo, llegaron nuevas tecnologías y a pesar de que Apple lo renovó en varias ocasiones para alargar su vida, terminó por desaparecer en el 2017.
2. El Game Boy de Nintendo
Esta consola llegó a vender más de 120 millones de unidades en un período de 10 años, siendo un gran ejemplo de un ciclo de vida de un producto. De hecho, desapareció, pero al mismo tiempo, lanzaron una nueva gama de consolas que muchos tildaron como una mejor versión del clásico Game Boy.
3. BlackBerry
En su momento, este producto destacó por sus avanzadas funciones y su icónico teclado, pero el declive comenzó en 2010 por la llegada del iPhone, y se incrementó con la popularidad de los teléfonos de tecnología Android. Finalmente, desapareció unos años después y es otro ejemplo del ciclo de vida de un producto que llegó a su fin definitivamente.
Ciertamente, no hay una fórmula escrita que indique con exactitud, cuál será el ciclo de vida de un producto.
No obstante, analizando los aspectos mencionados en este artículo, se pueden anticipar estrategias que alarguen el período de utilidad de cualquier producto.