Victor Hugo Manzanilla
Co-Fundador EGM™. Emprendedor en serie. Autor bestseller con 4 libros publicados. Ejecutivo con más de 15 años de experiencia en empresas Fortune 500. Su última empresa MicroSalt® cotiza en la bolsa de Londres por 20M. Graduado del programa Core de Negocios de la Universidad de Harvard y galardonado con el premio “Star Entrepreneur”. Actualmente es Mentor de varios negocios que facturan en conjunto más de $1billón de dólares al año.

Cómo pasar de la idea al negocio: 5 claves

Existen muchas ideas de negocios con gran potencial de éxito. Algunas son grandes, innovadoras y modernas, otras, son más pequeñas, simples, pero con igual capacidad de éxito que el resto.

Lo importante, es que independientemente del tipo de idea que tengas, te asegures de poder llevarla a cabo, y convertirla en un negocio.

Si deseas aprender las claves sobre cómo pasar de la idea al negocio de forma eficiente, sigue leyendo, en las próximas líneas, te explicaremos 5 preguntas que debes formularte, para ayudar a desarrollar tus ideas y transformarlas en negocios rentables y productivos.

¿Cómo pasar de la idea al negocio en 5 claves?

Existe una premisa fundamental, para descubrir cómo pasar de la idea al negocio.

Básicamente, se trata de responder a 5 preguntas clave, que te ayudarán a desarrollar dicha idea o, al contrario, te indicarán el camino que debes seguir, para replantear y pensar en otra idea que se pueda convertir en un negocio:

1. ¿Qué es la idea? ¿en qué consiste?

El primer punto sobre cómo pasar de la idea al negocio es analizar tu idea. ¿Cuál es la idea? ¿en qué consiste? ¿cómo está estructurada?

La intención, es responder a todos los cuestionamientos posibles, sin dejar pasar por alto ningún detalle. De hecho, mientras más específico seas, mayor información tendrás a la mano sobre dicha idea.

Por supuesto, hacer este primer paso, te llevará algo de tiempo. Puede que al principio te cueste un poco darle forma a la idea, o incluso, que inmediatamente te des cuenta que esa idea no es la mejor y que sea necesario pensar en otra.

En todo caso, lo importante es que hagas este proceso de forma fluida. Toma un lápiz, una cartulina gigante, o un simple cuaderno, y pon tu creatividad a prueba, dejando fluir todo lo que se viene a tu mente cuando piensas en la idea y su definición.

Utiliza todas las técnicas de creatividad posibles, desde lluvia de ideas, cuestionarios, hasta mapas conceptuales, esquemas, o dibujos.

Ten en cuenta que puedes empezar con una idea desde cero, o también puede darse el caso en el que implementes una mejoría en una idea que ya existe en el mercado. Cualquiera de las dos formas, son viables.

Por último, considera 3 aspectos:

  • No existe una idea buena o mala en principio. Cualquiera puede ser la idea de tu vida, solo deja fluir tu imaginación.
  • Debes pulir la idea cuantas veces sea necesario. No te conformes con nada, perfecciona lo más posible.
  • Administra una buena cantidad de tiempo. Es probable que tome varios días el proceso de crear y definir una idea, no te pongas límites y planifica todo.

Piensa en que esta idea, puede definir los próximos años de tu vida. Por ello, brinda la importancia merecida, a todo este proceso inicial.

2. ¿Esta idea satisface alguna necesidad? ¿cuál y de quién?

Si hay algo que tienen todas las ideas que se han convertido en negocios, es que logran satisfacer alguna necesidad. Pueden ser varias, incluso, pero al menos, debe cubrir una necesidad del mercado de forma eficiente.

Debes investigar cuáles son las necesidades del mercado que todavía no tienen un nicho, e intenta establecer una conexión entre tu idea, y estas necesidades.

Si encuentras dificultad en este proceso, acude a herramientas como la pirámide de Maslow. Utilizando este recurso, podrás identificar nivel por nivel, si tu idea es capaz de cubrir las necesidades básicas de las personas.

Luego, establece un vínculo entre esas necesidades, tu idea y las necesidades insatisfechas del mercado y verifica que puedas cubrir todos estos puntos de dolor, de forma efectiva con tu idea.

Finalmente, si tu idea satisface alguna necesidad y soluciona los problemas de un nicho de negocio, vas por buen camino. Al contrario, si no satisface ninguna necesidad, es hora de replantear todo y comenzar desde el inicio.

3. ¿Existe un mercado interesado en la idea?

Debes considerar que, aunque la idea pueda satisfacer una o varias necesidades, no implica que algún mercado esté potencialmente interesado en ella. Es decir, puede que cubra necesidades, pero, aun así, no tener ningún mercado en donde se pueda desarrollar.

En otro orden de ideas, es fundamental que evalúes si hay suficiente mercado para llevar tu idea a la realidad. Para ello, estudia el mercado, investiga a profundidad sus necesidades e identifica si hay competencia.

Si en el mercado que desees explorar, existen otras marcas, productos o servicios muy similares al tuyo, por más esfuerzo que lleves a cabo, tu idea jamás será rentable.

Es conveniente que estudies el potencial de tu idea en cada segmento del mercado, y que encuentres al menos uno que pudiera estar interesado en tu idea.

Por último, considera dos aspectos importantes:

  • Si tu idea tiene mucha competencia, verifica primero si hay posibilidades de implementar una mejoría, propuesta de valor o innovación.
  • Si analizas y te das cuenta que no existe posibilidad alguna de implementar al menos un punto diferenciador, deja esa idea y comienza desde cero.

Sucede que, a pesar de tener competencia, puede que existan posibilidades de salir al mercado con el mismo producto, pero agregando un valor adicional, o un aspecto clave que lo diferencie de la competencia y de igual forma, tener éxito.

4. ¿Qué aspectos necesitas desarrollar o ejecutar para llevar tu idea a la realidad?

En este punto, debes detallar todo lo que consideres necesario para ejecutar la idea exitosamente. Materiales, horas, recurso humano, habilidades, espacios, estructuras, etc.

En pocas palabras, es momento de arrancar con el plan de negocios y planificar el desarrollo de la idea.

5. Mide el capital y ejecuta la idea

Analiza tus finanzas, y evalúa la rentabilidad de tu idea. Calcula con mucho detalle, cada uno de los gastos, inversiones y costos que requieres para poner tu idea en marcha. Asegúrate que la idea te de un retorno de inversión para que pueda considerarse exitosa.

En último lugar, solo resta ejecutarla, siguiendo los lineamientos pautados en el plan de negocios, y monitoreando los resultados, metas y objetivos que vas alcanzando, para mejorar lo necesario y reforzar lo positivo.

Estas fueron 5 claves sobre cómo pasar de la idea negocio, de forma exitosa. Solo debes poner en marcha estas pautas, y con esto, darás un paso más para convertir tu idea, en un negocio real, productivo y rentable.

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