Ningún negocio prospera de la noche a la mañana. Puede que a algunos les tome un poco más de tiempo que a otros, o, al contrario, probablemente algunos crezcan más rápido que el resto.
Sin embargo, centrar la atención en las probabilidades de prosperar o no, no es conveniente. En su lugar, se deben dirigir todas las acciones presentes para aumentar lo más posible, las oportunidades de éxito y prosperidad en el futuro.
Por ese motivo ante la pregunta sobre “por qué mi negocio no prospera”, hace falta un ejercicio de reflexión profundo que ayude a identificar las mínimas señales de que el negocio no está funcionando, y, por último, poner en práctica las siguientes estrategias que describiremos a continuación.
¿Qué vamos a ver?
¿Por qué mi negocio no prospera? Estas son las razones que pueden estar afectándote
Las razones por las que un negocio no prospera son muchas, sin embargo, las más comunes son:
1. No está bien especializado
Si el negocio no está especializado en un rubro específico difícilmente va a prosperar. Lo ideal es que tenga una actividad, producto o servicio que sea su foco principal y tenga potencial para desarrollarlo al máximo posible.
Ahora bien, si luego de hacer un análisis previo, con mucha planificación y estrategias incluidas, se da la posibilidad de explorar más de un rubro, entonces se puede dar marcha a ser una empresa que se dedique a varios sectores.
Pero, en conclusión, lo más recomendable es iniciar con una sola especialización y luego en el futuro, analizar si es viable o no, expandirse. Es decir, que el punto de partida sea la especialización en un rubro específico para dirigir a la empresa al éxito comercial.
2. Tiene desconocimiento sobre el cliente ideal
Es prácticamente un error fatal, iniciar un negocio sin conocer a qué tipo de cliente se va a vender un producto o servicio.
Para que un negocio pueda prosperar, es necesario que la actividad a la que se dedique esté orientada principalmente a ese cliente ideal. De hecho, ese cliente debe estar identificado en el plan de negocios antes de comenzar las actividades de la empresa.
Si hay desconocimiento de ese cliente principal, se retrasan las posibilidades de éxito y consecuentemente se disminuyen las ventas. Como resultado, el fracaso del negocio será inminente.
3. No existe una estrategia de negocios
Si no hay una estrategia definida el negocio no funcionará correctamente. Este punto se conecta con los anteriores y, de hecho, podría ser una consecuencia de ambos. Si hay desconocimiento de ese cliente ideal y no hay especialización del negocio, tampoco existirá la información necesaria para diseñar una buena estrategia de negocios.
De manera que, para que el negocio pueda prosperar, debe existir una estrategia que permita un buen control desde el inicio, y permita direccionar a la empresa hacia aquellas acciones que la llevarán al éxito.
4. No existe inversión en marketing online
En la actualidad, invertir en marketing online es tan imprescindible como tener un plan de negocios. De hecho, este tipo de acciones deben estar presentes dentro de cualquier planificación estratégica.
Bien trabajados, los canales de marketing online son capaces de llegar más efectivamente a los clientes. En efecto, tienen las herramientas adecuadas para crear necesidades que antes no existían.
Esto es, que los clientes terminen adquiriendo cosas que les ha resultado “fundamental” adquirir pero que antes, no necesitaban o no sabía que necesitaban.
Entonces, de cualquier manera, es fundamental invertir en marketing online para sacar el mejor provecho de estas plataformas y llevar a la empresa al éxito comercial.
5. Ausencia de un plan estratégico de acciones efectivas
Básicamente, este punto se refiere a no actuar. O también a actuar por actuar, sin ningún tipo de planificación.
Cuando se inicia un negocio, es igualmente dañino pensar mucho y no actuar, que actuar sin pensar ni planificar. En los negocios importa mucho la teoría, pero tienen un mayor peso, las acciones que se llevan a cabo.
Por ende, cada acción debe estar presente en un plan de acciones estratégicas. El motivo, es que cada una de estas acciones debe tener un resultado positivo que beneficie a la empresa o en su defecto, que ayude a lograr un objetivo.
Es vital que la línea de pensamiento que se haga sobre cómo mejorar el negocio y hacerlo visible esté en consonancia con un plan de acciones estratégicas enfocado a la rentabilidad y a las ganancias.
¿Qué hacer si mi negocio no prospera?
Responder a esta pregunta dependerá mucho del tipo de negocio y de las circunstancias particulares. Sin embargo, existen al menos 4 acciones que se pueden aplicar en estos casos:
1. Identificar el problema
Ya hemos visto que las razones por las que un negocio no prospera pueden ser muchas.
Por ese motivo, es fundamental saber en dónde se está fallando exactamente para poder solucionarlo.
Puede que se identifiquen una o varias razones, pero lo verdaderamente importante es encontrar la raíz del problema para determinar las estrategias que se necesitan para dar soluciones efectivas.
Para saber el problema y cuál es la solución, te recomiendo mirar este artículo: 7 Problemáticas en una empresa y soluciones
2. Evitar las comparaciones
Ningún negocio es igual a otro. Por ello, caer en comparaciones no resolverá nada sino más bien, se convertirá en otro problema. Claro está, puede existir la comparación estratégica con el resto de la competencia. En este caso si hay un buen sentido.
Pero compararse con otros para hundirse más no es conveniente. Lo mejor en estos casos es concentrarse en lo realmente importante y dejar las comparaciones para otro momento. Hay que recordar que lo que funciona para uno, no funciona para otro.
3. Enfocarse en lo relevante
Este punto es una extensión del anterior. Se trata simplemente de enfocarse en aquellas acciones que pueden hacer funcionar el negocio y permitir que comience a prosperar. En otras palabras, es evitar la desesperación y concentrarse en buscar soluciones efectivas, que ayuden a optimizar el tiempo y los recursos disponibles para cambiar cualquier panorama negativo, en uno positivo.
4. Tener paciencia
Una de las etapas más duras de un negocio es hacer que pueda prosperar. Y más, si en el camino se necesita volver a comenzar desde cero y rediseñar estrategias para obtener mejores resultados.
Ante una situación en donde se identifiquen aspectos que no están funcionando, lo mejor es actuar cuanto antes y tener paciencia hasta que los resultados positivos comiencen a palparse.
Iniciar un negocio es una tarea que requiere de mucho trabajo. Lo mejor, es siempre mantener la meta muy clara y estar atentos a cualquier señal de alerta, para accionar lo necesario y así evitar que se vea afectada, la prosperidad y rentabilidad del mismo.