¿Deseas tener éxito como emprendedor? ¿Que tu negocio logre alcanzar el nivel deseado de rentabilidad? ¿Anhelas conquistar un nicho de mercado con tu empresa? ¿Quieres ser ejemplo en el mundo del emprendimiento?
Si te propones trabajar con empeño, entusiasmo, empuje, motivación, planificación, estudio y, sobre todo, mucha disciplina y paciencia, muy probablemente, lo vas a lograr.
No obstante, también existen ciertas cualidades que, si logras desarrollarlas a tiempo, te facilitarán el camino al éxito. A estas cualidades se les denomina, competencias de un emprendedor.
Las competencias de un emprendedor, son ciertos rasgos que optimizan la capacidad de liderazgo y el logro de metas. En efecto, muchos de los emprendedores más exitosos de todo el mundo, tienen al menos, la mayoría de estas cualidades.
Ahora bien, ¿cuáles son esas competencias de un emprendedor? En las próximas líneas te las explicaremos, la intención, es que descubras cuáles posees y cuáles necesitas desarrollar para alcanzar el éxito empresarial.
¿Qué vamos a ver?
Estas son las 11 competencias básicas de un emprendedor
1. Entusiasmo y motivación
Los emprendedores exitosos, son personas que, al conocerlas, te contagian de su entusiasmo, motivación, entrega y pasión por lo que hacen.
Son personas que inspiran con sus acciones optimistas, planificadas y eficientes. Para nada, son individuos poco planificados, perezosos ni mucho menos pesimistas.
2. Pensamiento crítico
Uno de los rasgos más comunes de los emprendedores exitosos, es su capacidad de tener un pensamiento crítico. En otras palabras, un tipo de pensamiento que va más allá de las apariencias, que busca solamente ofrecer una solución efectiva a un problema, generando la mayor cantidad de resultados positivos posibles.
Por otro lado, son capaces de ser críticos con ellos mismos. Es decir, de ver a su producto o servicio, por ejemplo, como algo que se puede mejorar constantemente, y no conformarse con lo convencional.
3. Capacidad de comunicación
Un buen emprendedor es capaz de comunicarse de distintas formas, y con los diferentes entornos que lo rodean. De hecho, el ser expresamente comunicativo, es en especial, uno de los rasgos más importantes de todos los emprendedores.
En primer lugar, debe poder comunicarse efectivamente con los miembros de su equipo, con los otros líderes y con los gerentes, jefes y proveedores. También, debe comunicarse correctamente con sus clientes.
En segundo lugar, debe comunicarse asertivamente con sus aliados comerciales, socios, inversionistas, y con otros dueños de negocios.
Y, por último, debe poder comunicarse plenamente con su familia, amigos, pareja y entorno más cercano.
Por ello, hablamos de al menos, tres tipos de comunicaciones (efectiva, asertiva y plena) que todo emprendedor debería dominar.
4. Iniciativa
El éxito empresarial no se logra de la noche a la mañana, ni tampoco tocará a la puerta del emprendedor sin que este haga algo.
Al contrario, los emprendedores exitosos son aquellos que buscan el triunfo, son ambiciosos, se mueven, tienen iniciativa, y abren su mente para aprovechar oportunidades que identifiquen fácilmente.
En suma, un emprendedor, es en sí, una persona que tiene iniciativa y busca oportunidades, siempre.
5. Persistencia
El objetivo es ver a los fracasos como oportunidades de crecimiento, y aprender de los errores para no volverlos a cometer. Ante un fracaso, obstáculo o situación de crisis, el emprendedor debe levantarse y no darse por vencido, seguir persistiendo hasta lograr sus metas, pero aprendiendo durante el proceso todo lo necesario, para ser un triunfador en el mundo empresarial.
6. Compromiso y disciplina
Un emprendedor realmente productivo, eficiente y trabajador, tiene palabra, es comprometido con sus tareas y acciones y tiene la disciplina requerida para triunfar no solamente con su idea de negocio, sino con cualquier objetivo que se proponga.
7. Exigencia
Los emprendedores exitosos no aceptan resultados mediocres, al contrario, son exigentes y, por ende, demandan una gran calidad en las tareas ejecutadas. Siempre buscan lo mejor y brindar facilidad a sus empleados, exigen que los resultados sean los esperados.
8. Tomar riesgos
Es decir, no quedarse en la zona de confort, porque el resultado será, que no avancemos nunca. Al contrario, la intención es atreverse a tomar riesgos, a asumir todas las consecuencias, a aprender de los errores y a ganar experticia y aprendizaje.
Claro está, se pueden planificar los riesgos que se pueden tomar, y así medir los posibles resultados tanto negativos como positivos, pero el objetivo es y siempre será el mismo: que el emprendedor se atreva, para poder prepararse a experimentar el éxito.
9. Fijarse objetivos
Objetivos a corto, mediano y largo plazo. Todos, deben estar fijados, planificados y establecidos estratégicamente con sus respectivos períodos de tiempo límites, para alcanzarlos.
Por supuesto, es conveniente que el emprendedor se fije objetivos reales, alcanzables y medibles. De otro modo, solo alejará su propio éxito, y acelerará su camino a la frustración y el fracaso.
Sin objetivos, absolutamente nada tiene sentido, y esta debe ser la premisa que todo emprendedor debe aplicar en su negocio.
10. Buscar información
Esta competencia tiene que ver con ser curiosos, amantes del estudio, de la preparación, de los resultados excelentes, de nuevos conocimientos, etc.
En otro orden de ideas, que el emprendedor sea lo suficientemente astuto para investigar información nueva que pueda usar en función a alcanzar el éxito de su negocio.
11. Confianza
La confianza es clave para lograr el éxito en el mundo del emprendimiento. Confiar en la idea de negocio, en la planificación, en los objetivos y metas deseados, en tu mercado, en tus estrategias, etc.
Evidentemente, es una confianza abierta a recibir opiniones de otras personas, expertos, asesores o cualquier colaborador que desee contribuir a mejorar el negocio.
Para nada es una confianza desmedida, cegada, infantil, y egocéntrica, que solo alejará a los emprendedores del éxito real.
Las competencias de un emprendedor, te ayudarán a determinar si vas por el camino del éxito o, al contrario, debes detenerte por un momento y revisar qué debes ajustar, modificar y reforzar, para lograr encaminarte hacia el triunfo y el cumplimiento de metas con tu negocio.